Marruecos y su apuesta para recibir la Final del Mundial
A la espera de las confirmaciones con la presentación oficial de la candidatura de Marruecos, Portugal y España, continuamos repasando los posibles estadios que se utilizarán en el Mundial 2030
Luego de cinco intentos fallidos (1994, 1998, 2006. 2010 y 2026) el país africano recibirá la Copa del Mundo de la FIFA aunque deba conformarse con compartir sedes con otros cinco países. No ceja sin embargo en sus ambiciones, y aspira a recibir la final del torneo o en su defecto quitarle el partido inaugural a Portugal (tal como comentábamos la semana pasada).
Para ello postula la construcción (que ya hemos mencionado en otras oportunidades) en Beslimane, a 50 km. de Casablanca, del Gran Estadio Africano (proyecto también llamado Grand Stade Casablanca) con capacidad para 115 mil espectadores que lo convertirá en el más grande de África y el segundo más grande del mundo, para ser la casa de la selección nacional de Marruecos así como de los clubes Raja y Wydad de la misma ciudad de Casablanca.
Originalmente fue proyectado para la candidatura del 2010 en la que triunfó Sudáfrica, y luego fue nuevamente postulado para el 2026 donde fueron nuevamente derrotados por Canadá, México y Estados Unidos. Luego del anuncio de que la Copa Africana de 2025 sería disputada en territorio marroquí se confirmó la construcción de este gran estadio, pero difícilmente esté disponible para esa competencia ya que el objetivo es el Mundial 2030. En este mes de noviembre ya comenzó la obra y se estima que se complete para dentro de dos años.
Considerando que esta no llegará a concluirse para el torneo continental de 2025, y como posibilidad de que tampoco esté para el 2030, Casablanca cuenta con otro importante estadio que es de hecho el principal del país actualmente. Este es el Stade Mohammed V que tiene una capacidad de asientos para casi 46 mil personas pero puede llegar a alojar más de 100 mil espectadores (el récord de asistencia lo tienen el clásico de la ciudad entre Raja y Wydad, un encuentro entre Marruecos y Ghana por las eliminatorias al Mundial 1998, y un amistoso de la selección local ante Argentina en 2004).
El estadio se inauguró en 1955 bajo el nombre Stade Marcel Cerdan en homenaje a un boxeador francés, pero luego de la independencia del país africano fue rebautizado Stade d'Honneur. Fue renombrado a Mohammed V luego de importantes remodelaciones finalizadas en el año 1981, que ampliaron su capacidad e instalaron un tablero electrónico, entre otras mejoras. En 2015 recibió una nueva serie de reformas que lo actualizaron a estándares internacionales y tendrá otro lavado de cara y actualización para el 2025. En toda su historia ha alojado importantes encuentros y competencias, siendo la más reciente de ellas la primera final de la flamante Liga Africana impulsada por la FIFA.
Además de Casablanca con sus dos cartas posibles, hay otras cinco subsedes marroquíes candidatas. En la ciudad de Rabat está (o estará) el Estadio Prince Moulay Abdellah. Construido originalmente en 1983, fue demolido en los pasados meses y se levantará una nueva versión del mismo, con mayor capacidad (se aspira a 65 mil espectadores), modernizado y actualizado a las exigencias actuales.
Es el hogar de AS FAR, siglas de Association Sportive des Forces Armées Royales, fundado por el propio príncipe que da nombre a la cancha, y en su sitio había recibido a los Mundiales de Clubes de 2014 y 2022, entre otras competencias. La nueva versión del estadio estará terminada para el 2024, con tiempo de sobra para la Copa Africana del 2025.
La ciudad de Tánger también verá su estadio renovado en los próximos años a pesar de ser una construcción más reciente. El Ibn Batouta (o Gran Estadio de Tánger) fue inaugurado en 2011 con una capacidad para 45 mil espectadores y fue ampliada a 68 mil en 2022 para el Mundial de Clubes. Será nuevamente remodelado para llevarlo a 80 mil para el 2025, además de techar completamente las tribunas y otras reformas.
En Marrakech también tienen su gran estadio que ha recibido dos finales de Mundial de Clubes, en 2013 y 2014. La construcción tuvo sus problemas, iniciando en 2003 y terminando en 2011, y cuando finalmente estuvo disponible recibió duras críticas por una decisión arquitectónica: es el único estadio rectangular en contar con una pista de atletismo, lo cual más allá de lo curioso dificulta la visión por lo lejano de las gradas al campo de juego. En la remodelación planeada, se quitará la pista mejorando este aspecto y ampliando levemente su capacidad que está actualmente en 45 mil espectadores.
Agadir tiene el estadio Adrar que también es de reciente construcción. Inaugurado en 2013, había iniciado la obra en 2004 con miras a ser sede del Mundial 2010. Tras la fallida postulación se demoró su finalización y en cambio ha recibido partidos del Mundial de Clubes. Había sido considerado también para la candidatura del 2026 y finalmente tendrá sus citas ecuménicas en 2025 y 2030, pudiendo alojar sus 46 mil espectadores.
Por último, Marruecos cuenta con el estadio de Fez en la ciudad homónima que cuenta algunos años más de una historia algo complicada. Fue inaugurado en 2007 tras estar en los planes durante quince años. Había comenzado el trabajo de proyecto en 1992 pero se inició la construcción en 1994 con intenciones de estar disponible para el juvenil africano de 1997, pero no cumplió con la fecha. La construcción finalizó para el año 2003 y su inauguración oficial demoró 4 años, a pesar de ser considerada para las candidaturas mundialista de 2006 y 2010. Con esta preparación, el estadio cuenta con capacidad de 45 mil espectadores y demás comodidades requeridas por FIFA, que podrá también exhibir con los campeonatos continentales y mundiales de 2025 y 2030.
Todos los referidos trabajos de construcciones y remodelaciones consistirán en dos grandes etapas entre el actual 2023 y 2028 que totalizarán una inversión de 14.000 a 15.500 millones de dirhams (1.300 a 1.400 millones de euros o 1.370 a 1.475 millones de dólares). De ese total, 5.000 millones de dirhams (460 millones de euros o 484 millones de dólares) se utilizarán para la construcción del Gran Estadio Africano en Benslimane.
El resto del dinero se dedicará a obras de mejora de los estadios actuales con una primera etapa para la Copa Africana de Naciones de 2025, y una segunda hasta el año 2028 para acomodarse a las exigencias y estándares de la FIFA. Por ello, el dinero no estará solo destinado al campo de juego y los sitios para su público, sino que además se destinará a centros de formación y entrenamiento, refuerzo de la red de transportes, de hoteles y de comunicaciones, con especial consideración al paso a la telefonía 5G.
Una última nota relevante respecto a las subsedes marroquíes, es que no se está postulando ningún estadio en el Sahara Occidental como se rumoreaba meses atrás (en la ciudad de Dajla), un hecho que ya había sido discutido y rechazado por un grupo de parlamentarios europeos. Sin dudas la decisión tiene que ver con negociaciones diplomáticas para evitar mayores focos de conflictos a los ya abiertos en la organización de los próximos Mundiales de fútbol de la FIFA.
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