The Image Revolution
Publicado originalmente el 9 de agosto de 2014 en Zona Negativa.
“No hablo de dinero, el dinero está fuera de la discusión, pero si vas a hacer camisetas con mis dibujos al menos dame una camiseta”
Dirección: Patrick Meaney.
Guión: Patrick Meaney.
Fotografía: Jordan Rennert.
Montaje: Patrick Meaney.
Duración: 81 minutos.
Productora: Respect Films / Sequart.
País: Estados Unidos.
La cita pertenece a Todd McFarlane y es una de las tantas frases interesantes y divertidas que transitan por este documental. Naturalmente, refiere a la situación de estos dibujantes exitosos de Marvel a principios de los 90, que no recibían un trato acorde a las ganancias que estaban generando para la editorial.
”A mi padre le dieron un reloj por su trabajo en la fábrica. ¿Dónde está mi reloj? ¿Dónde está mi plaqueta?”, es como cuenta Rob Liefeld que se refería McFarlane a esta misma cuestión, y que incluso lo dijo en la reunión en la cual renunciaron todos juntos a Marvel Comics para fundar Image Comics.
Ellos dos son los dos personajes salientes de The Image Revolution, pero no por una decisión del director ni por cómo se realizó el montaje. Sucede que ambos son los de personalidad más fuerte y característica, con lo cual su manera de expresarse y de contar esta historia los hace destacar. Por un lado, McFarlane habla con afirmaciones contundentes y precisas; por su parte Liefeld lo hace de manera muy cómica, imitando voces, riéndose de todos y hasta de él mismo en varios pasajes.
Las declaraciones de ellos dos y de los otros cinco fundadores de Image Comics (Marc Silvestri, Jim Valentino, Whilce Portacio, Erik Larsen y Jim Lee) conducen principalmente la narración de este documental producido por Sequart y Respect Films y dirigido por Patrick Meaney; el mismo equipo que antes hubiera realizado Grant Morrison: Talking With Gods y Warren Ellis: Captured Ghosts, y posteriormente Chris Claremont’s X-Men.
The Image Revolution fue anunciado en el año 2012 (y dimos cuenta oportunamente) en la Image Expo de aquel año y fue producido durante todo ese año y el 2013, tras recibir financiación parcial mediante Kickstarter, y quienes participaron de dicha campaña lo pudieron ver desde diciembre pasado. Luego se dispuso para la venta al público y fue proyectado en varias convenciones y parte del circuito de cine independiente. De esta manera llegó al importante festival de cine BAFICI que se celebra en Buenos Aires, lo cual permitió que sea parte a su vez de la muestra seleccionada para el BAFICI en Rosario organizada por Calanda Producciones, y en última instancia posibilitó que quien escribe pudiera finalmente verlo.
Para contextualizar sobre la historia de la situación de los autores de cómics respecto a las empresas que los contratan, se introduce brevemente con dos casos emblemáticos que al día de hoy siguen siendo tratados judicialmente: la creación de Superman por Jerry Siegel y Joe Shuster y de las muchas creaciones de Jack Kirby para Marvel Comics, comentando que a los primeros los compensaron con una pensión anual de 20 mil dólares mientras Warner facturaba millones por la película con Christopher Reeve y el otro trabajó hasta su muerte para pagar sus cuentas.
Desde allí se pasa al momento en que estos siete dibujantes estaban realizando cómics que vendían en cantidades extraordinarias, en el rango de los millones de copias, explicando que no era por los personajes sino por estos artistas que estaban convirtiéndose en una especie de estrellas como las del rock. Luego llega el momento en que deciden renunciar los siete a la vez lastimando profundamente el negocio de Marvel, graficándolo primero con datos concretos: de los 12 cómics más vendidos del año 1991, 11 eran trabajos suyos para esa editorial. Y segundo, se demuestra con archivos audiovisuales de la época, incluso de coberturas de noticieros generalistas como la CNN comentando la fuerte caída en la bolsa de las acciones de Marvel por la partida de estos dibujantes.
Claro que dejar a la empresa que los explotaba es apenas el comienzo de la historia. Con testimonios de los siete se aborda el nacimiento de Image Comics, con sus declaraciones de principios (Image no posee ninguna propiedad, encabezando la lista) y la creación de los seis estudios (uno por cada uno, menos Portacio) que dieron lugar a los primeros cómics de la editorial. Nuevamente se recurre a los archivos audiovisuales para anclar lo que cuentan los protagonistas, y se puede apreciar notablemente las eternas filas que se formaban para conseguir una firma del primer número de Youngblood de Rob Liefeld, por ejemplo.
A ese le siguieron Spawn, WildC.A.T.S., Savage Dragon, ShadowHawk y Cyberforc , acumulando números de ventas que alcanzaban y superaban las expectativas y objetivos necesarios para mantenerse en el mercado, ubicándose entre los más vendidos de aquel año 1992. De este modo repitieron el éxito comercial que tenían con los cómics de Marvel, demostrando que efectivamente eran ellos los responsables. “Nosotros le rompimos la espalda a Batman, nosotros matamos a Superman”, grafica de manera grandilocuente Rob Liefeld la competencia que presentaron a las dos grandes en aquel momento, en referencia a las dos sagas diseñadas para ser shockeantes de DC Comics publicadas entre 1992 y 1994 luego de que Image se posicionara en su primer año como la #2 del mercado superando a la mencionada.
Buena parte del tiempo del documental es ocupado abordando estos primeros años de Image, período en el que estos veinteañeros se hicieron millonarios de la noche a la mañana y se dedicaron a disfrutarlo, administrando de mala manera y sin experiencia empresas que generaban mucho dinero.
Atinadamente, la película no sólo muestra lo bello y divertido que era todo sino que es crítico de estos momentos y ellos mismos realizan un ejercicio de autocrítica retroactiva. En este sentido, no sólo exhibe las pocas capacidades que tenían para llevar adelante sus estudios la mayoría de ellos, sino también se tratan otros problemas internos que surgieron como ser la realización de Heroes Reborn para Marvel, las discusiones y acusaciones por “robo de talentos” entre Silvestri y Liefeld, la partida de ambos (primero de uno y luego del otro) de la sociedad… En definitiva, la crisis que sufrieron (con la cual también se menciona el problema de los especuladores) que termina de graficarse con la venta de Wildstorm a DC Comics.
El derrotero de Image llevó a los fundadores por diferentes caminos pero la editorial siguió viva, logrando así su cometido de modificar el mercado del cómic estadounidense para favorecer un poco más a los autores que se desempeñen en él; esa es la revolución de Image. Una iniciativa a la que todos le pronosticaban 6 meses de vida acumula más de 20 años de existencia y sigue contando, más saludable que nunca. «Mi objetivo es que Image exista hasta que me muera. Y mientras viva voy a mantener mi atención en el cómic de Spawn y eso va a mantener a Image viva”, comenta Todd McFarlane manifestando que aún sin demasiado éxito (que ahora sí tiene) la editorial permanecerá.
Desde ya que no es todo color de rosa en la industria norteamericana y no todo se debe tampoco a los fundadores de la editorial, sino que los problemas siguen existiendo y hay muchos más responsables de la valoración de los derechos y propiedades de los autores aparte de ellos siete. Aún así, Image fue, es y seguirá siendo un referente para quienes quieran publicar y retener su propiedad completamente.
En el documental esto es comentado por Jim Valentino, dado que él fue el que dio el puntapié para eso en su rol de Publisher en el año 1999, contando que ante la crisis que vivió la editorial se abrió las puertas a nuevos autores para que acercaran sus proyectos diversificando ampliamente la oferta del sello. Con esta apertura se da el salto temporal al momento actual de Image Comics, ejemplificado con el caso de Robert Kirkman, el éxito de The Walking Dead y su incorporación como socio (incluyendo su polémico manifesto en formato de video).
El creador de la exitosa franquicia de zombies es elegido como el representante paradigmático de estos años no sólo por la importante atención que atrajo a la editorial con su producto, sino también por haber sido un lector de Image desde su fundación y el cierre que significa el hecho de que un viejo fan se convierta en socio de igual a igual a los iniciadores. Como tal, Kirkman así como sus declaraciones también tienen su momento en un rol de importancia para el documental.
Es también de relevancia el rol de Eric Stephenson, actual Publisher (luego de un breve período de Larsen), quien a su vez es importante por haber estado presente de una u otra manera desde el comienzo de Image, trabajando como editor y escritor para el estudio de Liefeld, Extreme Studios.
En el fragmento dedicado a la actualidad este último también recibe atención por el retorno que se produjo con el relanzamiento reciente, que implicó asimismo reunir a Liefeld con los demás fundadores que permanecían en Image desde el momento que partiera, acercamiento que se adjudica como tarea del mismo Kirkman.
Las entrevistas a todos los grandes hacedores de la editorial se complementan con declaraciones de periodistas especializados, viejos lectores (más o menos famosos), guionistas y dibujantes de diferentes momentos…
En este aspecto, las “cabezas parlantes” tienen un apoyo visual que dinamiza la narrativa audiovisual el cual consiste en recortes de cómics (muchas veces con frases significativas que parecen ser de los autores opinando a través de sus personajes) así como en la creación de un pequeño cómic de varios momentos de esta historia, dibujada por Eric Zawadzki, además de los ya mencionados videos de archivo.
Volviendo al contenido, The Image Revolution no cuenta detalladamente toda la historia de Image Comics sino que elige varios hitos para narrar lo más significativo en una duración de poco menos de una hora y media. Sin dudas podría contarse de una forma mucho más elaborada; y de hecho, se puede conseguir una edición con 3 horas más de material de las entrevistas.
El objetivo del documental es llamar la atención sobre esta curiosa y divertida historia, destacando o recordando lo notable que fue en su momento y la enorme repercusión que tuvo entonces, además de los cambios profundos que se produjeron a largo plazo que construyeron en parte al panorama actual tal como lo conocemos y seguimos hoy en día.
Posiblemente aporte poca novedad a los viejos seguidores de las viñetas, incluso muchas de las anécdotas son muy conocidas ya; otras sí son novedad, así como es interesante escucharlas de boca de sus protagonistas y testigos de primera mano. Esto aparte de que está realizado de una manera dinámica y entretenida que sostiene la atención a pesar de estar viendo y escuchando algo muy conocido.
En conclusión, The Image Revolution cumple correctamente su tarea de difusión introduciendo a esta historia a quienes no la conozcan y recordarles la importancia a los que sí, de una manera divertida y atractiva en su realización.
Enlaces de interés
Ficha en IMDB
Apartado en Sequart
Trailer en Youtube