Publicado originalmente el 23 de abril de 2014 en Zona Negativa.
Edición original: Nowhere Men.
Guión: Eric Stephenson.
Dibujo: Nate Bellegarde.
Color: Jordie Bellaire.
Formato: TPB, 184 páginas.
“La ciencia es el nuevo rock ‘n’ roll”. Esta fue la frase atractiva con la cual se presentó Nowhere Men. Detrás de aquella, la premisa del cómic hablaba de cuatro científicos que cambiaron el mundo trayendo con sus trabajos un boom de avances que dieron lugar a una nueva era. La combinación de la frase y esos personajes, daba lugar al juego de que los científicos fueran tratados como una banda de rock legendaria, con The Beatles como paradigma, pero teniendo en mente también las figuras innovadoras del tipo de Steve Jobs, Bill Gates y tantos más.
En cierto punto, esta introducción podría dar a entender que se trataría de un cómic paródico, humorístico; aunque algo de eso hay (poco, y a un nivel accesorio), Nowhere Men es una obra difícil de catalogar y encasillar en un género. Podría decirse también que se trata de una historia de ciencia ficción, y en algunos aspectos lo es pero también lo excede. Incluso fue señalado como un cómic experimental y no es errónea esta clasificación.
Los cuatro personajes mencionados al comienzo, son el punto de partida para elaborar un mundo futurístico y narrar en este entorno una historia que contiene a un reparto de personajes mucho más amplio que aquel cuarteto, y que se desenvuelve como una trama compleja que se va desatando progresivamente. Dicha complejidad está dada en primer lugar por la estructura narrativa utilizada por los autores, la cual no entrega respuestas concretas ni explica y demuestra la importancia de todo lo enunciado y mostrado en las páginas previas sino hasta el final. Asimismo, es en el paulatino desarrollo de la historia que vamos enterándonos de las conexiones entre los varios personajes aparentemente inconexos.
Además, Nowhere Men exige un lector atento y dispuesto a leer más allá de páginas con viñetas, ya que son parte de esta narración otros elementos como entrevistas, capítulos de libros o notas periodísticas pertenecientes al mundo de ficción que aportan información relevante y por ende no son un mero complemento que puede ser salteado.
Si bien es interesante y gratificante leer un guión de estas características, hacerlo como revista mensual podría no serlo tanto ya que en sus primeros capítulos reina la incertidumbre y la confusión, sin comprender qué sucede ni qué se quiere contar en este cómic. (Y si a la periodicidad mensual se añaden los retrasos que tuvo en su publicación, peor aún). Leyéndolo en un tomo recopilatorio, la solución a la confusión es tan simple como seguir leyendo, aunque ahora se desconozca cuando continuará la serie, ya que no hay fecha determinada para la publicación del próximo arco argumental.
Retomando, el trabajo de guión al que referíamos corresponde a Eric Stephenson, quien cuenta con créditos como guionista en la década de 1990 y comienzos del 2000, pero en los últimos años estuvo más ocupado en las tareas de editor de Image Comics. Tomando Nowhere Men como referencia, pareciera decidido a publicar un trabajo de su autoría de manera tal que ofrezca todo de su parte, dado que esta serie denota un enorme trabajo detrás de las páginas.
Algo similar puede decirse del dibujante, Nate Bellegarde, quien presenta un trabajo detallado de todos los personajes que circulan por esta historia, así como también a estructuras y escenarios relevantes, con un estilo limpio y cuidado. Esto se completa con el coloreado sólido de Jordie Bellaire, quien también aporta en gran medida al bello aspecto de este cómic. Por otra parte, merece una mención Steve Finch de Fonografiks, quien además del rotulado realiza numerosas piezas de diseño que complementan a la creación del mundo ficcional con publicidades, cuadros y afiches.
Tomando en cuenta todo lo dicho, Nowhere Men resulta un cómic no muy convencional e interesante en muchos niveles a la vez, lo cual puede servir de fundamento a haber recibido tres nominaciones importantes para los premios Eisner (serie regular, guionista y dibujante).