El anuncio de la FIFA dejó secuelas, heridos y tela para cortar
Comentamos y repasamos las consecuencias de la decisión de FIFA respecto a las sedes del Mundial 2030
El anuncio de la FIFA y CONMEBOL dejó secuelas, heridos y tela para cortar. En esta oportunidad, quiero comenzar hoy con algo más de opinión y análisis antes de pasar a la información, que no fue incluida en la emisión extra del miércoles pasado.
En primer lugar, un hecho que no mencionamos explícitamente que hace al seguimiento que le venimos dando a las noticias del Mundial 2030 en este espacio es que Alejandro Domínguez consiguió el objetivo que deseaba: no hubo ni habrá votación en competencia entre candidaturas. En primera instancia entendíamos que esta apelación a Infantino iba por el camino de otorgar la sede a Sudamérica, pero en la negociación tallaron los intereses de Europa, África y la propia FIFA y se cedió el proyecto de Juntos 2030 a cambio de tres partidos inaugurales en tierras americanas.
Aunque queda un sabor a poco en el hincha argentino, uruguayo y paraguayo (sobre todo, pero también de otras naciones, y mucho peor para los chilenos excluidos por completo) el presidente de CONMEBOL lo presentó como un triunfo y en efecto para él lo fue. Una votación podría haberlo dejado derrotado ante el proyecto de España, Portugal y Marruecos, y con la decisión de la FIFA consiguió algo, por más poco que sea (para nosotros, porque seguramente con los tres partidos harán sus grandes negocios más que suficientes para sus ambiciones).
Pero el gran ganador de esta noticia es el modelo de fútbol-negocio que se viene desarrollando y ampliando desde 1974, muchas veces en desmedro del juego, de los valores deportivos, de los profesionales que lo hacen y de los propios hinchas.
Pasemos ahora sí a repasar la información y declaraciones que fue consecuencia del anuncio, y recapitulando desde la nota inicial de este newsletter ver en qué situación quedaron los aspirantes a la sede del Mundial 2030.
Pequeñas Victorias: Argentina, Uruguay y Paraguay
Igualmente se lo anotaron como una victoria los presidentes de la APF, AUF y AFA. En el predio que esta última posee en Ezeiza se realizó una conferencia de prensa con la presencia de Claudio Chiqui Tapia, Matías Lammens y Sergio Massa, en un acto institucional y político.
El presidente de la AFA enfatizó sobre el hecho de que la votación podría haber sido una derrota dejando a Sudamérica sin nada, pero también que la victoria habría implicado el compromiso de una inversión riesgosa mientras que ahora “los argentinos y las argentinas vamos a ser sede del Mundial 2030 sin tener la necesidad de invertir nada”. Luego realizó un paralelismo con el Mundial 1978, señalando que “este Mundial tiene un valor patriótico para la Argentina. No es un Mundial de la dictadura, gobierne quien gobierne, va a ser un Mundial de la Democracia".
Por su parte, Lammens apuntó a una versión que se rumoreaba de intentar conseguir más partidos para las sedes sudamericanas y que no se limite a uno en cada país. No obstante, el documento de reglamentaciones de la FIFA para la decisión de las sedes (así como un artículo de preguntas y respuestas frecuentes) deja bastante en claro que será únicamente un partido en cada país. Puede modificarse fruto de negociaciones políticas e institucionales, como todo siempre, pero de momento no está en absoluto previsto que esto suceda.
Y por último, Massa aventuró una sugerencia que será polémica en caso de que solo se dispute un encuentro en el país, solicitando que no sea en Buenos Aires sino en una sede de otro punto del país como Santiago del Estero, Córdoba, Mendoza o Rosario. De esto se prendió rápidamente Gonzalo Belloso, presidente de Rosario Central, afirmando que “es muy positivo que Massa plantee jugar un partido del Mundial en el Gigante de Arroyito”.
¿Cómo se juega? La logística y un borrador de calendario
En el citado documento de preguntas y respuestas publicado por la FIFA se aclaró un tema que generó numerosos cuestionamientos, que ya estaba incluido en el documento inicial hecho público con el anuncio pero se le dio más desarrollo y un ejemplo de cómo funcionaría concretamente el calendario de este Mundial especial.
En primer lugar se sostiene para el 2030 el formato ya elegido para el 2026 con 12 grupos de 4 equipos cada uno, que clasifica a los dos mejores primeros y a los ocho mejores terceros a una ronda de dieciseisavos de final, para por eliminación directa llegar a la final.
El calendario es lo que debe modificarse, dado que se jugarán los tres primeros partidos de tres diferentes grupos en Sudamérica y los demás en Europa y África. Para explicarlo mejor, se expuso de la siguiente manera: “El calendario previsto proporcionará aproximadamente de 11 a 12 días para viajar y descansar antes del segundo partido de los seis equipos que jueguen en Sudamérica, con aproximadamente de 5 a 6 días para viajar y descansar para los seis rivales de grupo restantes, y para todos los demás equipos participantes. Los tres partidos que se disputen en Sudamérica se adelantarán unos días antes de los partidos inaugurales oficiales de la Copa Mundial de la FIFA, que se jugarán en Marruecos, Portugal y España. El siguiente resumen ilustra las fechas relevantes de cómo podría lograrse esto”.
Sábado-domingo 8-9 de junio de 2030: Ceremonia de celebración del Centenario y primeros partidos de Uruguay en Montevideo, de Argentina y de Paraguay (en sedes a definir)
Jueves-viernes 13-14 de junio de 2030: Ceremonia de inauguración y partido(s) inaugural(es) de la Copa Mundial de la FIFA 2030
Sábado-domingo 15-16 de junio de 2030: Primeros partidos de los demás equipos de los grupos de Uruguay, Argentina y Paraguay
Viernes-sábado 21-22 de junio de 2030: Segundos partidos de todos los equipos de los grupos de Uruguay, Argentina y Paraguay
Domingo 21 de julio de 2030: Final de la Copa Mundial de la FIFA 2030
Cabe aclarar que estas fechas son solo un ejemplo y las fechas exactas del Mundial 2030 serán definidas mucho más adelante. La intención de FIFA con esto fue demostrar la factibilidad logística de su proyecto de partidos celebratorios del Centenario en sedes a un océano de distancia de las sedes del Mundial.
A esto agrega: “no se requerirían días adicionales al statu quo, sin ninguna carga adicional para ninguno de los equipos participantes, jugadores o sus clubes. Además, también se aplicarán las mismas excepciones al período total de liberación para la Copa Mundial de la FIFA 2026 para aquellos jugadores que compitan en las finales de las competiciones de clubes de las confederaciones”.
El gran derrotado: Chile
Mientras tanto, el enojo en el país excluido del arreglo entre FIFA y CONMEBOL continuó en los días posteriores con declaraciones del Presidente de la Nación, Gabriel Boric, quien apuntó a la FIFA cuestionando la seriedad del organismo: “Nosotros cumplimos con absolutamente todo lo que correspondía, yo lamento que haya instituciones que funcionen de manera poco seria y sorpresiva”.
El director ejecutivo de la corporación Juntos 2030, el también chileno Michael Boys, justificó el accionar de la FIFA al responder a las declaraciones de Boric: “No hay en la comunicación de la FIFA, de ningún tipo, algún desmedro o descrédito hacia Chile… No es que Chile haya sido excluido, no hay calificación positiva ni negativa respecto de Chile”, dijo el ejecutivo, quien insistió en que “a Chile no se le considera como candidato, porque se establece un nuevo formato”.
En las citadas preguntas frecuentes, FIFA aclaró públicamente los motivos oficiales de la selección de Argentina, Paraguay y Uruguay, pero no la exclusión de Chile: “el partido del centenario se jugará en Montevideo, Uruguay, junto con la celebración y ceremonia del centenario, en reconocimiento al papel de Uruguay como anfitrión y ganador de la edición de 1930. Se jugará un partido en Argentina en reconocimiento al papel de Argentina como finalista y subcampeón de la edición de 1930. Se jugará un partido en Paraguay en reconocimiento al papel de Paraguay como sede de la CONMEBOL, la primera y única confederación existente en el momento de la edición de 1930”.
En los días posteriores, el presidente de la Asociación Chilena de Fútbol (ANFP) Pablo Milad, viajó a Suiza para reunirse con Gianni Infantino pidiendo más explicaciones y seguramente buscando negociar algo a cambio de quedar afuera (se comenta la sede del Mundial Sub-20 para el año 2025).
Ucrania: descartado y con más reclamos
El país que otrora fuera miembro de la Unión Soviética y se encuentra desde hace un tiempo en guerra con Rusia había sido mencionado por España y Portugal para incluirlo en su proyecto, en una jugada política de apoyo institucional ante la invasión rusa. Difícilmente podría haber prosperado y la noticia también dejó afuera sin mencionarla a Ucrania de la sede del 2030.
Pero no solamente eso, sino que en el mismo anuncio del Consejo de la FIFA apoyó y ratificó una decisión de la UEFA de volver a permitir la competencia a seleccionados rusos a partir del Mundial Sub-17 (sin permitir el uso de la bandera, del himno, del uniforme y del equipamiento oficiales, siendo nombrados como Federación Rusa de Fútbol y vistan colores neutros). Ante esto, Ucrania priorizó reclamar sobre estas decisiones y promueven un boicot a la competencia para menores de 17 años de Europa.
Joseph Blatter, ¿el villano de una historia mal contada?
Otra de las voces en contra de la decisión de FIFA fue el ex presidente Joseph Blatter, quien declaró de manera muy crítica. El mandamás que fuera despedido luego del FIFA Gate investigado por corrupción en decisión de las sedes para el 2018 y 2022, afirmó ante un medio suizo: “Es absurdo destrozar el torneo de esta manera. La fase final de la Copa Mundial debe ser un acontecimiento compacto”.
Además, se declaró en apoyo de la entregada candidatura sudamericana, sosteniendo aún ahora que “por razones históricas, el Mundial de 2030 debería haber pertenecido exclusivamente a Sudamérica”.
Esto lo posiciona en un sitio de defensa de las tradiciones históricas del fútbol, luego de haber sido parte responsable del negocio durante varias décadas… pero con algunos viejos códigos.
Arabia Saudita: 2034
La candidatura árabe empujaba muy fuerte por los intereses políticos y económicos que tiene detrás, dentro y fuera del mundo del fútbol. Incluso cuando las propias normas de rotación de sedes para la Copa del Mundo no permitían que se pudiera presentar, no me animaba a descartar la posibilidad de que el 2030 fuera recibido por Arabia Saudita.
Esto también fue parte de la negociación que se condujo sobre el Mundial Centenario, que si bien no le concedió nada para esta edición le sirvió en bandeja la elección del 2034. Por un lado, se reglamentó limitar las presentaciones a las confederaciones de Asia y Oceanía basados en el mismo principio de rotación continental, pero por el otro la fecha tope para declarar interés formal es el cercano 31 de octubre próximo con solo un año para elaborar el proyecto.
Arabia Saudita ya lo hizo y reunieron apoyos formales de varias naciones como Omán, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Yemen, Palestina, Jordania, Sudán, Líbano y Siria, Djibouti, Mauritania y Kenia, y Panamá.
Se espera que también se presenten para el 2034 Australia, China, y una candidatura combinada del Sudeste Asiático, pero lo tendrán muy difícil ante el favorito de hecho.
España, Portugal y Marruecos
Los grandes ganadores de esta historia resultaron España, Portugal y Marruecos. Pero su camino de aquí al 2030 no será un lecho de rosas y deberán resolver disputas e intereses contrapuestos.
Solo por mencionar uno de ellos (muy relevante) es quién se queda con el partido final, que según marcaría la lógica no sería otro que el Santiago Bernabéu o el Camp Nou pero Marruecos no cederá fácilmente su deseo de recibir el último y más importante partido de la competencia en Casablanca. Para ello, ya anunció la construcción en esta ciudad de un nuevo gran estadio para más de 90 mil personas.
Pero, claro, además de la final deberán repartirse otros 101 partidos en subsedes a decidir de los tres países que cumplan todos los exhaustivos requisitos de la FIFA para el Mundial 2030.
La próxima semana se dará la reunión entre presidentes de las tres federaciones que seguirá trayendo cola y será desde luego comentada en este newsletter. Y aunque en esa reunión puedan darse acuerdos y compromisos, las sedes no se decidirán formalmente hasta dentro de tres o cuatro años. Antes de eso, la FIFA está embarcada en definir las del próximo Mundial 2026.
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